Este proyecto de interiorismo consistía en renovar la decoración de un dormitorio de niña buscando en todo momento la funcionalidad, para ello se diferenciaron tres espacios: zona de descanso y armario, zona de estudio y zona de juegos.
En la zona de descanso se colocó una cama con cabecero acolchado de capitoné. En cuanto a la iluminación de la cama se apostó por un aplique con detalles en tela rosa de estilo romántico.
Se escogió un armario con diseño de cuatro puertas en color blanco. Como detalle original para ocultar el lateral del armario, se puso un chifonier junto con un espejo creando así un pequeño tocador.
La zona de escritorio está compuesta por una mesa hecha a medida para salvar la columna. En la parte superior se colgaron unos modulos cuadrados para almacenaje.